miércoles, 26 de febrero de 2014

Arreglo de mochila de cuero

Me han dejado una mochila que esta en bastante mal estado, con mucho tiempo tirada en un ropero por su estado desgastado ,arañada, y rota.

se quedo en el olvido durante mucho tiempo hasta que un día en una conversión salio la mochila del  olvido con una valor incalculable, no puede ser otro que el sentimental.





En estas fotos la mochila ya fue restaurada tenia tantas ganas de ponerme a ella que se me olvido sacarle fotos de como era entonces.
 primero le quite todas las piezas que tenia rotas, las cintas donde iban las hebillas colgaban de un hilo, las hebillas ya estaban todas oxidadas, el cordón de cierre lo había perdido y las argollas por las que corría este también estaban oxidas. A parte de esto estaba descolorida sin brillo, y en un tono  marrón clarito. Después de quitarle todas las piezas hice un patrón para hacer las nuevas, luego corte el cuero le cosí  pulí los bordes y las deje hay para después.
 ahora limpie bien la piel que tenia restos de cera, el cuero  es un material resistente y por ellos es caro hay que cuidarlo bien y con un poco de tratamiento durara oda la vida, utilice jabón agua y trapos suaves, no valen trapos de cocina ni que suelten  hilos o pelusa. Hay que hacerlo poco a poco y probando  primero  un trozo para no alterar el color, el trapo debe estar ligeramente humedecido e impregnado con el jabón, y frotarlo con cuidado, después con otro trapo mas seco frotaremos para ir secando el cuero. dejaremos que acabe de secar al aire libre. mientras secaba le fui cosiendo las piezas que estaban rotas y poniendo las argollas nuevas, el cordón, las  cintas.
 Cuando este bien seco es la hora de pulir el cuero y volver a intentar recuperar el color natural de este, hay que asegurarse bien de que el cuero este bien seco,  en este caso yo teñí algunas partes del la mochila que estaban muy agrietadas para poder taparlas, con un tinte espeso y especial para el cuero de pues de  secar de nuevo el tiente para comenzar con el pulido, con cera virgen y un trapo que no suelte pelusa puliremos bien  la pieza hasta que coja un brillos natural. y aquí tenemos la mochila del olvido echa una nueva aventurera llena de emociones

Tallas de arcas madera

Una Arca es un utensilio útil para guardar cosas pero si encima esta tallado podrás colocarlo como una ardorno original.

 Esta es una pequeña arca de madera de castaño con unos pequeños tallares por la tapa y el frontal
 
 Este es un arca grande también en madera de castaño ideal para guardar cosas grandes incluso para colocar como banco en una mesa
                                                                    
  LA FLOR DEL AGUA
¿Por qué tiembla? —No lo sabe.¿Qué aguarda en el lago? —Nada.—De las aguas enlazada a los hilos su raíz, el movimiento suave de la linfa va siguiendo,la cabeza sumergiendo del agua, al menor desliz.
Así la halló la alborada, así la encuentra el lucero,
siempre el esfuerzo postrero haciendo para bogar;
y en las olas la encallada,vaga y frágil navecilla
sin poder la florecilla impeler ni abandonar.
Movimiento que no cesa,ansiedad que se dilata,
ni el agua que sus pies ata sostiene a la débil flor,
ni deja, en sus olas presa,que vaya libre flotando,
quiere que viva luchando siempre en continuo temblor.
¡Ya se inunda!... ¡Ya se eleva!...¡Ya la corriente la traga!...
¡Ya navega... ya naufraga! ¡Ya se salva... ya venció!
¡Ya el agua otra vez la lleva en sus urnas sepultada!...
¡Ya de nuevo sobre-nada en el agua que la hundió!...
Flor del agua, ¡cuántas flores viven en paz en la tierra!
Sola tú vives en guerra en tu acuático jardín:
te da la lluvia temores, el manso pez te estremece
y tu belleza parece sin gozar descanso, al fin.
Tú, poetisa, flor del lago, por amante, por cantora,
has venido en mala hora con tu lira y tu pasión;
que en el siglo extraño y vago a quien vida y arpa debes
dondequiera que le lleves fluctuará tu corazón.
Que las cantoras primeras que a nuestra España venimos
por sólo cantar sufrimos, penamos por sólo amar;
porque en la mente quimeras de un bello siglo traemos
y cuando este siglo vemos no sabemos do hogar.
Las primeras mariposas que a la estación se adelantan
y su capullo quebrantan sin aguardar al abril,
nunca saben temblorosas adonde fijar las alas,
siempre temen que sus galas destroce el aire sutil.
  Las ráfagas las combaten, las extrañan los insectos
y de giros imperfectos si cansado el vuelo ya,
sobre las plantas lo abaten buscando el capullo amigo
hallan que néctar ni abrigo la flor en botón les da.
Las orugas que encerradas aún están en sus clausuras
mañana al campo seguras podrán sus alas tender; mas, aquellas desdichadas que antes cruzan la pradera
¡morirán, la primavera risueña, sin conocer!...

¿Cuál es tu barca? —Una lira.—¿Qué traes en ella? —Sonidos.—¿Vuélvete, que no hay oídos para tus sones aquí;vuélvete joven, y mira si en tu barca, más sonoro,
puedes trasportarnos oro u otro cargamento así.

¿Quién te llama? ¿A qué nos vienes con peregrinas canciones El trueno de los cañones
del siglo el concierto es,y en vano sus anchas sienes
pretenden ceñir de flores,¡ay! sus pies destrozadores hollarán cuantas te des.
¿Vienes de nuevo, alma mía,
qué traes en la barca? —Amores—.Torna a otras tierras mejores,
torna el camino a emprender;si es oro nuestra poesía
nuestros amores son... nada.Ve si la nave cargada
de cetros puedes traer,
Que, si no de amor, tenemos
tan elevadas pasiones que sentimos ambiciones
de un cetro cada garzón; y cada garzón podemos
con nuestros genios profundos media docena de mundos fundir en una nación.—
¿Otra vez? ¿Qué traes ahora?...
Siempre en el mismo camino sobre el cauce cristalino
en su barquilla la flor: así la dejó la aurora,
así la encuentra el lucero siempre en el afán primero,
siempre en el mismo temblor.
Tú, poetisa, flor del lago,por amante, por cantora has venido en mala hora
con tu amor y tu cantar: que en el siglo extraño y vago,
a quien vida y arpa debes,dondequiera que la lleves
puede el alma naufragar.
Mas, escucha no estás sola,
flor del agua, en el riachuelo;contigo en igual desvelo hay florecillas también:que reluchan contra el ola,
que vacilan, que se anegan,que nunca libres navegan
ni en salvo su barca ven;
Pero, enlazan sus raícesa la planta compañeray viven en la ribera
sosteniéndose entre sí: y cual ella más felices
desde hoy serán nuestras vidas si con las almas unidas, vivimos, las dos así.
Ermita de Bótoa, 1845

                         
 
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Pequeña arca tallada por los cuatro cantos quedo a medio hacer ya que las colas de milano por aquel enctonces no me salían muy bien (esta arca la encontraras terminada  en restauraciones)